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martes, 2 de octubre de 2012

Escribir para dar vida

Hola amigos,

Hoy he leído en El Tiramilla un artículo que me ha venido al pelo para contaros una andanza más de las mías. Uno de esos episodios que invita a la reflexión y la apreciación. El artículo en cuestión se llama ¿Por qué escribes? y está escrito por Daniel H. Chambers. Viene a contar que en su vida se ha instaurado una constante, que no es otra que la eterna pregunta que se le suele lanzar a un escritor cuando este no es un Ken Follet o un Stephen King; ¿Por qué escribes? ¿Por qué lo haces, si no te haces rico, no van a hacer una película de tu libro y encima has tardado un montón?

La pregunta, a priori, tiene su lógica, dado que la mayoría de las veces quienes la formulan son niños. Para un niño, un trabajo que no es productivo, no aporta motivación alguna. Los niños quieren ser médicos, astronautas, futbolistas... Lo quieren ser porque son trabajos muy valorados y a los cuales asocian vidas acomodadas. Si podéis, leed el artículo. Yo me he sentido muy identificado y gracias a él he podido hacer esta entradilla, que me va de fábula para contaros una de las razones por las que yo escribo.

Desde luego, estoy de acuerdo con todas y cada una de las razones que ha expuesto Daniel en su artículo, pero quería añadir una más; yo escribo para transmitir.