Páginas

lunes, 15 de abril de 2013

Desubicado #1

Desperté.

Lo hice al percibir aquél zumbido. Un sonido tan agudo y desagradable que, además de irritarme, dejó de forma inexplicable un extraño sabor metálico en mi boca. El ruido no dejó de repetirse en mi cabeza hasta varios minutos después de haberme levantado del suelo.

Me observé; llevaba puesto un traje caro y a mi lado, en la hierba, descansaba un maletín que supuse sería mío. Tenía un reloj dorado, una manicura impoluta y sentí mi pelo limpio. La corbata apretaba un poco, pero no supe quitármela. Mis zapatos, brillantes, me quedaban perfectos, aunque no fueran de mi gusto. Tenía un reguero de saliva que me bajaba de la comisura de los labios al cuello y un ligero corte en la palma de la mano que me escocía de forma exagerada.
 
No entendía nada.
 
Empecé a mirar a mi alrededor: estaba en un parque público. Niños, mayores, familias enteras… Todos alegres. Todos viviendo su vida mientras yo me sentía totalmente fuera de lugar. No sabía en qué lugar ni en qué día estaba. No sabía, principalmente, quién era.
 
Viendo que no despertaba curiosidad en nadie, decidí controlar mi ansiedad sentándome en un banco, recogiendo primero el maletín del suelo. Me toqué la cara con ambas manos, pues no sabía qué aspecto tenía. Estaba sudando, y el sudor me impregnó la mano herida, provocándome un escozor inhumano. Suspiro tras suspiro, el dolor fue cediendo.
 
Decidí abrir el maletín. Necesitaba saber qué hacía allí. Quién era yo.
 
Tras el brusco sonido de los resortes, levanté temeroso y poco a poco uno de los lados.
 
Había una nota. Manuscrita.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.