Páginas

miércoles, 4 de abril de 2012

El porqué de un cuento

Ya os dije que hace un tiempo escribí un cuento.

Algunos os preguntaréis, "¿Un cuento? ¿Y eso?". La cuestión es que también me sorprendió a mi cuando me lo planteé. Todo surgió a raíz de ver en una web que había vida más allá de la escritura para uno mismo, de la búsqueda de ideas sin resultados, que había posibilidades de hacer algo distinto a lo planeado. Ni corto ni perezoso, me fijé una fecha "tope" y me puse a sacarle jugo a la cabeza.

Tardé un par de días, pero al final conseguí una bonita e inocente historia sobre la niñez. Una historia cortita, pero dulce y entrañable. Me vinieron a la cabeza desayunos de campo, olores dulces, flores silvestres y brisas al sol. Me vinieron también sonidos de ovejas, crujidos de escalones de madera y niñas despeinadas que pataleaban. Con todo ello, lo sé, ideé una historia muy sencilla. Sin embargo, me marqué un objetivo: quise que todo aquél que terminase de leer el cuento, además de recibir una moraleja, terminase la lectura con una sonrisa en la boca.


A juzgar por las críticas, lo conseguí. Tras terminarlo, revisarlo y entregarlo a mi familia, amigos y conocidos, comprobé por qué me gusta escribir. Me gusta contar historias, me encanta que tengan mucho de mí, me alegra mucho saber que alguien ha sonreído leyéndome, que otros se han quedado con ganas de más. Que no soy un loco con ideas en la mente que no van a ninguna parte, y que si hago salir a estas ideas fuera de mi cabeza, pueden gustar a la gente, pueden hacerles pasar un buen momento.

Obviamente, no gané nada. Presenté el pequeño cuento a cinco certámenes de toda España y no recibí más noticias, pero ¿y qué? Yo me sentí enorme. Supe que mi pequeña historia hacía sonreír, que tenía mucho de mi y que a los demás les resultaba tan dulce, cálida y pizpireta como a mi me había parecido.


Al año siguiente, mi hermana tuvo un detallazo conmigo. Un regalo especial de esos que recordarás toda la vida; la primera (y de momento única) edición de mi cuento en papel.

Como podréis imaginar, a consecuencia de todo esto, uno sigue convencido de que la loca idea de seguir escribiendo ha sido, sin ningún lugar a dudas, todo un acierto :-)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.